Autorretrato Fotografía

Un mensaje muy concreto y directo. Esta fotografia aborda la indiferencia del guatemalteco ante muchos problemas de la sociedad. En este caso lo que mas me ha impactado es cuando sabemos de una persona asesinada por diversas razones, las escuchas en la radio, lo leemos en los diarios, lo vemos en la televisión, en las redes sociales y simplemente nos quedamos sentados, lo único que podemos hacer es continuar con nuestras vidas. Pero esto es ya del diario vivir, tanto que ni siquiera nos emociona o preocupa uno de estos eventos, recuerdo que antes nos preocupaba escuchar un balazo y rezabamos a dios que protegiera nuestra familia, hoy escuchamos una balacera y continuamos viendo el partido
de futbol.
Estamos preparados para luchas y tenemos la fuerza para hacerlo, pero preferimos quedarnos sentados cómodamente, con un poco de refrigerio y reirnos mientras otros sufren, siempre y cuando nada de eso nos afecte.
Cegados miramos todo de flores amarillas o eso es lo que pretendemos, no escuchamos y nos quitamos nuestros guantes de batalla solo para señalar. Cuando realice esta fotografía vino a mi mente la primera vez que veía a alguien sangrando y muriendo a dos cuadras de mi casa, tenia al rededor de 7 años pero la imagen es tan fresca como lo que hice hace una hora, al muchacho lo tiraron de una de las camionetas que transportan a los aldeanos hasta la terminal, le cortaron la oreja y lo apuñalaron innumerables veces, las personas lo rodearon tanto que desde afuera solo se podria ver las espaldas y las canastas de las mujeres llenas de curiosidad y chismes. Cuando nos acercamos con mis padres al ser
pequeña pude ir al frente, lo vi tirado y agonizando de dolor (por alguna razon no me auste), desvié mi atención rápidamente de él y vi a su alrededor a todas las personas que murmullan tratando de sacar deducciones de su golpiza, me gire a mi madre y pregunte ¿Por que nadie lo ayuda? como un rayo sentí las miradas de las personas sobre mi y mi madre solo me jalo del brazo para irnos. La respuesta de ella no fue más que “Que dios lo salve”.
Desde ese momento conocí la indiferencia de todos los que rodearon al hombre y sentí como di en el blanco al hacer esa pregunta, despues que nos fuimos con mi madre las demas personas tambien se fueron y solo quedaron alrededor de 4 personas para acompañarlo en su agonía hasta que llegara la ambulancia. Ellos comprendieron que al no ayudar solo robaban oxigeno.